Elvira Mansur Nauffal – publicación web CorpoSano
¿Nos entiende nuestra mente?
A través del lenguaje los seres humanos creamos nuestra realidad y la manera que cada uno tiene de hablar a los demás y a sí mismo/a, en ese diálogo interno incesante, modifica nuestro cerebro.
Las palabras no son inocuas, aunque no seamos conscientes de ello ni las digamos o pensemos sin ninguna intención ni negativa ni positiva, las palabras configuran nuestra realidad, modifican nuestro comportamiento y nos generan emociones y como sabemos, somos seres emocionales y sociales, además y antes que racionales.
Poca broma lo que se deduce de esta realidad, porque ¿somos conscientes de las palabras, frases hechas, modismos que utilizamos?
A modo de ejemplo, para expresar mejor el alcance de nuestras inocentes palabras, hay una frase hecha, habitual en nuestra manera de hablar que dice “Quiero encontrar mi media naranja”, la podemos leer además en muchas webs de búsqueda de pareja, en artículos relacionados con la soltería…etc. y se define como “Encontrar a tu «media naranja» implica dar con esa persona que es tu otra mitad”, pues es el significado que lleva implícito tan manida frase.
Pues bien, nuestra mente tiene algunas cualidades que hemos de conocer para tomar consciencia de la importancia de nuestro cómo hablamos.
Por una parte, la mente entiende todo literalmente, así el significado implícito en la frasecita es tal cual, nuestra mente asume que somos la mitad de algo, somos incompletas e incompletos y por tanto para ser completos, para ser personas enteras, necesitamos algo, la otra mitad.
Por otra parte, y para completar la cualidad anterior, nuestra mente no tiene ni pizca de sentido del humor, es decir, que, si estás pensando ahora que sí que utilizas esta frase, pero que lo dices a otros o a ti mismo de broma, malas noticias, a nuestra mente le da igual, no percibe la ironía, y lo digas como lo digas, entenderá lo mismo. Eres un ser con unas carencias tremendas, pues te falta ni más ni menos que la mitad.
Como consecuencia nos generamos emociones desagradables que pueden dificultar que alcancemos nuestro nivel de bienestar saludable deseado, puede hacernos sentir infelices e incluso a aislarnos socialmente, pues nos parece que todo el mundo mundial tiene pareja menos yo, la incompleta o incompleto.
¿Sabes cómo puedes cambiar las emociones que te generas?
Como supongo que es evidente, cambiando el lenguaje y la manera de hablar, que siguiendo el ejemplo sería algo así como “Quiero encontrar una naranja entera con la que sintonizar, vibrar y vivir”.
Porque cada uno de nosotros y nosotras somos personas completas, con todo el potencial necesario para hacer aquello que queramos y claro que hay habilidades, características, hábitos…en los que otra persona puede complementarnos, y si decides compartir con el/ella la vida entera o una parte de ella, genial, pero no nos complementan en lo que somos, porque ¡somos una naranja entera!
Tomar consciencia y cuidar las palabras que utilizamos para comunicarnos, el lenguaje, la manera en que nos expresamos, es bueno para que nuestra mente nos entienda y es emocionalmente saludable.
¿Nos entiende nuestra mente?
Elvira Mansur Nauffal – publicación web CorpoSano
¿Nos entiende nuestra mente?
A través del lenguaje los seres humanos creamos nuestra realidad y la manera que cada uno tiene de hablar a los demás y a sí mismo/a, en ese diálogo interno incesante, modifica nuestro cerebro.
Las palabras no son inocuas, aunque no seamos conscientes de ello ni las digamos o pensemos sin ninguna intención ni negativa ni positiva, las palabras configuran nuestra realidad, modifican nuestro comportamiento y nos generan emociones y como sabemos, somos seres emocionales y sociales, además y antes que racionales.
Poca broma lo que se deduce de esta realidad, porque ¿somos conscientes de las palabras, frases hechas, modismos que utilizamos?
A modo de ejemplo, para expresar mejor el alcance de nuestras inocentes palabras, hay una frase hecha, habitual en nuestra manera de hablar que dice “Quiero encontrar mi media naranja”, la podemos leer además en muchas webs de búsqueda de pareja, en artículos relacionados con la soltería…etc. y se define como “Encontrar a tu «media naranja» implica dar con esa persona que es tu otra mitad”, pues es el significado que lleva implícito tan manida frase.
Pues bien, nuestra mente tiene algunas cualidades que hemos de conocer para tomar consciencia de la importancia de nuestro cómo hablamos.
Por una parte, la mente entiende todo literalmente, así el significado implícito en la frasecita es tal cual, nuestra mente asume que somos la mitad de algo, somos incompletas e incompletos y por tanto para ser completos, para ser personas enteras, necesitamos algo, la otra mitad.
Por otra parte, y para completar la cualidad anterior, nuestra mente no tiene ni pizca de sentido del humor, es decir, que, si estás pensando ahora que sí que utilizas esta frase, pero que lo dices a otros o a ti mismo de broma, malas noticias, a nuestra mente le da igual, no percibe la ironía, y lo digas como lo digas, entenderá lo mismo. Eres un ser con unas carencias tremendas, pues te falta ni más ni menos que la mitad.
Como consecuencia nos generamos emociones desagradables que pueden dificultar que alcancemos nuestro nivel de bienestar saludable deseado, puede hacernos sentir infelices e incluso a aislarnos socialmente, pues nos parece que todo el mundo mundial tiene pareja menos yo, la incompleta o incompleto.
¿Sabes cómo puedes cambiar las emociones que te generas?
Como supongo que es evidente, cambiando el lenguaje y la manera de hablar, que siguiendo el ejemplo sería algo así como “Quiero encontrar una naranja entera con la que sintonizar, vibrar y vivir”.
Porque cada uno de nosotros y nosotras somos personas completas, con todo el potencial necesario para hacer aquello que queramos y claro que hay habilidades, características, hábitos…en los que otra persona puede complementarnos, y si decides compartir con el/ella la vida entera o una parte de ella, genial, pero no nos complementan en lo que somos, porque ¡somos una naranja entera!
Tomar consciencia y cuidar las palabras que utilizamos para comunicarnos, el lenguaje, la manera en que nos expresamos, es bueno para que nuestra mente nos entienda y es emocionalmente saludable.
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