Hoy sabemos que nuestra especie, el Homo Sapiens es, en una medida mucho mayor de lo que creíamos, un ser emocional y social.
¿Qué implicaciones tiene esta característica del Homo sapiens en nuestro bienestar emocional? Para empezar, hemos de dejar atrás aquello de que lo que nos caracteriza es ser racionales. Tener desarrollado un cerebro racional está demostrado que no implica que nuestra vida se rija por la lógica, más bien al contrario. Cierto es que el raciocinio nos permite pasar las emociones a la acción de manera adaptativa y saludable mediante la inteligencia ejecutiva, sin embargo, nuestras decisiones, nuestro estado de ánimo, nuestra percepción de felicidad…etc., dependen de nuestras emociones.
Así, volvemos a la pregunta inicial, ¿qué implicaciones tiene sobre nuestro bienestar? Pues que no estamos solos, que el ser una especie tan social nos lleva a que las emociones más intensas se nos generen en la interacción con los demás. De esta manera alcanzar un nivel óptimo de bienestar te beneficia a ti personalmente y beneficia también a la sociedad.
“No somos seres racionales, somos seres emocionales que razonan”. Daniel López Rosetti