Aprende Gimnasia Emocional

Elvira Mansur – artículo revista CorpoSano – 16-4-23

Bienestar, ¿ser y/o tener?

Casi siempre que leemos o escuchamos hablar de bienestar interpreto que se da por supuesto que tenemos las necesidades básicas cubiertas. Sin embargo, hay muchas personas que no las tienen, que están sin trabajo, o excluidas por edad del mercado laboral cuando en realidad podría afirmar que, en general, están en su mejor edad mental para ser eficaces, eficientes y rentablemente productivos (a excepción de algunas profesiones u oficios), o que aun trabajando cobran salarios insuficientes para cubrir todas sus necesidades y las de sus familias.

Cuando pienso en personas que están en esta situación siempre me viene a la mente que se preguntarán, pero ¿Cómo me hablas de bienestar? ¿Cómo puedo pensar en bienestar si todos los esfuerzos los dedico a buscar trabajo o trabajar y aun así no llego a final de mes?…

¿Cómo voy a hablar de construir bienestar a estas personas?

Estar en el paro, desempleado o con un trabajo precario no sólo afecta a la economía familiar sino que tiene importantes secuelas en la salud psicológica de las personas y en su bienestar subjetivo, en cómo percibe cada persona el grado de satisfacción que siente con su vida.

No encontrar trabajo, dedicarte a algo que no te gusta, que no te llena, no poder cambiar de un trabajo precario a otro con condiciones dignas…son situaciones que generan mucho estrés, y si se prolonga en el tiempo, puede convertirse en estrés crónico que puede hacerte sentir que no tienes salida, impotente, resignada/o y al final todo este sentir puede hacer que aparezcan comportamientos de aislamiento o de agresividad que a la larga afectarán a tu salud física.

Pero esta situación tiene otro lado más bonito, puede convertirse en una oportunidad de emprender un nuevo proyecto, en hacer de tu pasión tu trabajo, en decidir empezar o seguir formándote, una de las mejores decisiones por cierto, en tomar las riendas de la situación, de tu vida y hacer búsqueda activa de aquello que quieres e ir a por ello.

Tom Rath y Jim Harter publicaron en 2010 “La ciencia del bienestar: Los 5 elementos esenciales”, resultado de la investigación realizada desde Gallup en más de 150 países proporcionando un enfoque del bienestar de más del 98% de la población mundial.

Una vez concluida la investigación surgieron los principios universales del Bienestar que distinguen una vida favorable de una insatisfactoria:

Bienestar profesional: ¿te gusta y disfrutas de tu trabajo?
Bienestar social: ¿tienes amor y relaciones sólidas en tu vida?
Bienestar financiero: ¿gestionas adecuadamente tu situación económica?
Bienestar físico: ¿tienes buena salud?
Bienestar de la comunidad: ¿te sientes comprometido con tu entorno social y con las causas que apoyas o defiendes?

“El bienestar se basa en la combinación de estos cinco elementos: nuestra satisfacción con lo que hacemos cada día, la calidad de nuestras relaciones, la confianza en nuestro estado financiero, nuestra buena salud y el orgullo con el que asumimos cómo hemos contribuido en nuestra comunidad. Y, lo más importante, se basa en cómo esos cinco elementos interactúan”.

Los resultados de este importante estudio iniciado a mediados del siglo XX, muestran que mientras al 66% de las personas le va bien al menos en una de estas áreas, sólo el 7% triunfa en las cinco.

“…la única gran amenaza para nuestro propio bienestar solemos ser nosotros mismos. Sin apenas darnos cuenta, permitimos que nuestras decisiones a corto plazo invaliden lo que es mejor para nuestro bienestar a la larga”.

“…si encontramos incentivos a corto plazo que sean consecuentes con nuestros objetivos a largo plazo será mucho más fácil tomar la decisión correcta en cada momento”.

Por ejemplo: “…podemos decidir hacer ejercicio a la mañana siguiente porque sabemos que con tan sólo veinte minutos de actividad estimularemos nuestro estado de ánimo para las siguientes doce horas.

Cuando somos capaces de percibir un beneficio inmediato es más probable que cambiemos nuestro comportamiento en un momento dado. De esta forma, enlazamos nuestras acciones cotidianas con nuestros intereses a largo plazo.

Así, el deseo de disponer de más energía para todo el día (motivación a corto plazo) nos lleva a hacer cada mañana veinte minutos de ejercicio (la mejor decisión en un momento concreto), lo que evitará posteriores problemas crónicos de salud (objetivo a largo plazo)” .

Son lo que los autores llaman “patrones automáticos de actuación positivos”. “…establecer pequeños cambios en nuestra rutina diaria puede tener un impacto mayor y más duradero en nuestro bienestar”.

En este artículo quiero centrarme en dos puntos que afectan de manera considerable a nuestro bienestar, el primero es el efecto nefasto que tiene en las personas el desempleo de larga duración y el segundo la enorme importancia de desarrollar un trabajo que realmente te guste, te apasione, los datos del estudio reflejan que si disfrutas con tu trabajo tu nivel de bienestar aumenta, incluso cuando se trata de un trabajo no remunerado, como podría ser encargarte del hogar o realizar una actividad de voluntariado.

¿Y qué hago si llevo casi un año desempleada/o?

Por todo lo escrito anteriormente, me atrevo a afirmar que las situaciones económicas desfavorables e insuficientes, pueden ser el mejor momento para construir bienestar, se puede convertir en una oportunidad de reconstruir tu vida y con ella el bienestar que deseas para ti.

Quizás nunca tendrías una ocasión mejor para iniciar este camino pues muchas veces cuando la economía está saneada, el día a día nos absorbe y no nos deja tiempo para ni siquiera pensar en salir de nuestra zona de confort, aunque no sea confortable.

Sin embargo, es muy fácil escribir esto y muy complejo ponerlo en práctica, por eso quiero decirte que lo escribo desde mi propia experiencia que ahora quiero compartir contigo.

¿Te ha pasado alguna vez que te hayan tenido que poner una férula o una escayola en un pie y tuvieras que andar con muletas un tiempo? Si lo has experimentado, ¿verdad que de repente empiezas a ver un montón de personas andando con muletas por la calle?

Como imaginarás no es que de repente haya habido una epidemia de piernas fracturadas, lo que ha ocurrido es que tú has puesto el foco, la atención, en personas que están en tu misma situación y de repente, lo que hasta este momento te había pasado inadvertido, ahora lo ves continuamente.

Pues bien, ¿dónde ponemos nuestra atención cuando nos abruma no tener cubiertas las necesidades básicas? Es habitual estar todo el día pensando en las facturas, en que no puedes ni salir a tomarte un algo con los amig@s, en que he aplicado a miles de ofertas y ni me llaman, o si has decidido emprender como autónom@ pensar que llevas ya meses y esto no arranca…

En eso que estás poniendo tu atención es lo que estás atrayendo a tu vida, igual que cuando de repente ves a media ciudad que va con muletas y esto es lo que podemos cambiar.

Esta es otra frasecita sencilla de escribir y no tanto de llevar a la práctica.

Lejos de dar lecciones o recetas, simplemente comparto mi experiencia como autónoma y emprendedora que espero te sea útil:

En el momento que me vi en esta situación llegué a asustarme de mis propios pensamientos por lo oscuros y pesimistas que eran, empecé a preocuparme seriamente por mi salud emocional, psicológica y física.

Hasta que llegó un momento que tras observar con mirada atenta a una amiga que estando en una situación similar trasmitía puro optimismo y felicidad, tomé consciencia de que no podía seguir así, decidí tomar las riendas de mi vida y pasar a la acción para cambiar mi estado de ánimo.

Lo que hice fue empezar a cambiar mis pensamientos catastrofistas por otros positivos, volví a hacer deporte, lloré mucho y me desahogué, investigué y descubrí músicas con unas vibraciones (hercios) que me podían ayudar y de las que internet está repleta. Empecé a escucharlas y a vivir cada momento.
Lo primero que sentí fue una paz que llevaba meses sin experimentar, tomé consciencia de lo bien que me sentía y de lo que mejoraron mis relaciones con la familia y los amig@s, y todo esto estando aún en la misma situación de desempleo y con la economía por los suelos.

Y a las pocas semanas empezaron a llegar proyectos y proyectos, tantos que tuve que dar fechas de inicio con más de dos meses de tiempo, situación novedosa para mí, llegué a pensar que tendría que dejar de ser tan optimista porque no podría asumir todo el trabajo que me llegaba.

Lo más importante de este cambio ha sido el empoderamiento que se ha producido en mí, recuperar la autoconfianza, sentirme capaz de salir adelante sea cual fuere la situación.

Esto no es magia, es real, quizás la magia está en nosotr@s, en ser conscientes del valor que tiene cada minuto de nuestras vidas, en parar y cambiar todo lo necesario para conseguir y construir nuestro bienestar.

¿Y si tienes un trabajo que no te gusta, no te llena o te aburre?

Este estudio también reveló que más de dos tercios de la población mundial esperan con ansia el final de su jornada laboral y además la viven con niveles de estrés mucho más altos en comparación con las personas que sí disfrutaban de sus trabajos.

¿Qué pasaría si decides descubrir qué te apasiona, si no lo sabes ya, y encuentras la manera de dedicarte a ello profesionalmente?

Y si no quieres que tu pasión sea tu profesión, ¿podrías encontrar en qué trabajo te sentirías motivado?

Pasamos gran parte de nuestra vida en horario laboral, ¿vale la pena vivirla esperando durante ocho horas como mínimo a que finalice el trabajo?

Y si no encuentras algo que te motive, ¿qué pasaría si miras con otros ojos ese trabajo que haces?

Para nuestra mente y para nuestras emociones y estados de ánimo, el resultado es el mismo si te dedicas a lo que te gusta que si haces que te guste aquello a lo que te dedicas.

Como respuesta al título de esta artículo, Bienestar ¿ser y/o tener?, desde mi punto de vista y a lo que apuntan los resultados de este excelente estudio es que nuestro bienestar tiene que ver con nuestro ser, con qué hacemos para ser felices, qué hacemos para construir nuestro bienestar, el tener es sólo un medio necesario.

¡Construye tu bienestar y vive cada segundo!
Un abrazo

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