Aprende Gimnasia Emocional

Elvira Mansur – artículo revista CorpoSano – 12 Marzo 2023

¿Por qué mi mente no me entiende?

O quizás mejor sería preguntarnos ¿estoy segura/o de que mi mente me entiende?

Te ha pasado alguna vez que has pensado ¿por qué he hecho esto si en realidad no quería?… ¿cómo es que no me han entendido si he sido muy clara al explicarlo?… ¿por qué no alcanzo a realizar mis metas o mis sueños si he hecho lo necesario para conseguirlo?…

Hoy, gracias a los avances en neurociencias sabemos mucho más acerca de cómo funciona nuestra mente, de cómo hay palabras, frases y comportamientos que no nos benefician debido a que nuestra mente no nos está entendiendo o está recibiendo un mensaje contradictorio o directamente contrario al que queremos emitir, sin embargo, seguimos pensando, hablándonos a nosotras mismas y a los demás y comportándonos como siempre.

En ediciones anteriores de CorpoSano ya he escrito acerca de algunas cualidades de nuestra mente como la de que no distingue si lo que nos decimos es real, inventado o recordado, que nos genera emociones a través del lenguaje que utilizamos, la forma que tenemos de pensar y de comportarnos y de que está muy preparada para sobrevivir.

Hoy compartiré otras características que podemos utilizar a nuestro favor para mejorar nuestra comunicación y nuestro estado emocional utilizando el lenguaje de manera adecuada para asegurarnos de que nuestra mente nos entienda.

Uno de los hábitos que tenemos arraigados en nuestra cultura a nivel inconsciente es el uso de frases con el NO. Nuestra mente inconsciente funciona mediante símbolos e imágenes en lugar de texto o letras, y no es capaz de procesar términos negativos, no puede traducir el NO en una imagen, así cuando una madre le dice a su niña o niño: “no toques la lámpara”…ay…la mente de la niña/o está entendiendo toca la lámpara, entonces la madre se enfada, la niña/o no sabe por qué y encima recibe un castigo. Absurdo e incoherente para la niña/o ¿verdad?

De frases dirigidas a niños podríamos poner numerosos ejemplos como este, pero también, en nuestro lenguaje adulto tenemos multitud de frases automatizadas que nuestra mente no es capaz de “traducir” de manera adecuada como “no te preocupes”,  “no hay problema”, “no debo comer grasas”, “no puedo fumar”, “no puedo beber tanto”… y lo que conseguimos es que nuestra mente se enfoque en lo que sigue al No, en problemas, comer grasas, fumar, beber… así ¿cómo vamos a conseguir nuestras metas si estamos dando las instrucciones contrarias?

Nuestra vida cotidiana está repleta de situaciones similares asumidas inconscientemente, nuestro lenguaje repleto de palabras y frases negativas, pero la buena noticia es que podemos reprogramar nuestro inconsciente mediante la toma de conciencia de todas estas situaciones, poniendo la atención en la manera que tenemos de hablar y el lenguaje que utilizamos y reformulando las frases en positivo, sin el NO.

Esto nos ocurre a nivel subconsciente/inconsciente, es decir, en niveles por debajo de la conciencia que se mantendrán si no intervenimos conscientemente para cambiarlo.

Como sabéis, nuestra parte consciente, al igual que un iceberg, es muy pequeña con relación a la subconsciente/inconsciente, por tanto todo lo que percibimos a través de los sentidos, las consecuencias del lenguaje que utilizamos… queda archivado en niveles por debajo de la consciencia.

Hemos de tomar conciencia de esta realidad para poder cambiar todo aquello que nos perjudique y nos aleje de nuestro bienestar.

El inconsciente se encarga, en parte, de dirigir nuestro cuerpo, interpretando y almacenando la información recibida por nuestros sentidos.

Por este motivo todo lo que nos decimos desde la conciencia influye y tiene un efecto a nivel inconsciente, así si continuamos utilizando un lenguaje negativo y limitante nuestro inconsciente nos hará perpetuar estas limitaciones llegando a quedar programadas como creencias, en esta caso limitantes, y al contrario, si reaprendemos a reformular en positivo conseguiremos reprogramarlo y trasformar las limitaciones en creencias potenciadoras.

Aunque parezca una obviedad, insisto en que, al reformular, utilicemos frases que no incluyan la negación pues en mi experiencia muchas veces cuando practico este ejercicio con mis clientes de talleres de Inteligencia emocional, la primera frase reformulada en positivo vuelve a ser negativa.

Os recuerdo que este automatismo se debe en parte a la tendencia de nuestra mente en enfocarse en todo lo negativo que podría poner en peligro su integridad física, mental o emocional y también a nuestra mochila cultural y educacional.

Es una reacción involuntaria, un mecanismo psicológico de defensa, y todos esos funcionamientos de autoprotección son instintivos, operan de forma autónoma y para bien o para mal rigen nuestro comportamiento. Además, suelen quedar archivados y programados cuando todavía eres niño/a, cuando tu capacidad mental y de juicio están seriamente limitados porque en edades tempranas aún no tenemos desarrollada nuestra parte racional/consciente.

Esta manera de actuar de nuestra mente se ve reforzada por otra cualidad, que está entrenada para rentabilizar el tiempo, en ser energéticamente sostenible, así de manera automática y rápidamente, sin tiempo a que tomemos consciencia de ello, archiva todo lo que considera una amenaza.

Ya de adultos, tenemos que actualizar continuamente lo que nuestra mente tiene archivado como amenazas porque de lo contrario continuaremos teniendo reacciones de supervivencia que nos pueden perjudicar o que pueden resultar no adaptativas, pues este mecanismo mental muchas veces se produce de manera inconsciente. Es decir, tu mente inconsciente logra eliminar de la conciencia de manera autónoma cualquier cosa experimentada o percibida como una amenaza mortal, ya sea física, mental o emocional.

Quizás alguna/o de vosotros pueda pensar que sí, que utiliza frases negativas pero lo hace con humor o ironía para suavizarlas. Pues bien, eso a nuestra mente no le vale, porque otra de sus cualidades es que entiende todo literalmente, sin sentido del humor, que queda para nuestra parte racional mientras que nuestro inconsciente es emocional!!!

O acaso cuando has escuchado alguna reprimenda con “humor” ahí en el fondo de tu mente no has pensado, sí, sí parece que lo dice de broma pero no me lo creo, en realidad va en serio.

¿Cómo podemos reprogramar nuestra mente? Pues podemos hacerlo gracias a que nuestra mente nos permite generar nuevos hábitos si entrenamos lo suficiente.

Nuestro cerebro no es anatómicamente un músculo pero se entrena como tal. Así , si tomas consciencia de las palabras o frases negativas con las que te expresas habitualmente y reformulas en positivo, al cabo de pocos días (unos 21 dicen los sabios), habrás automatizado el cambio, habrás generado un hábito positivo y podrás percibir su efecto en ti y en los demás, pues somos sistémicos y toda mejora en nosotros tiene repercusión social.

Porque nuestra especie se caracteriza de manera especial por tener una mente muy preparada para sobrevivir, como hemos comentado y también en ser social, de tal manera que una vida plena, nuestra mente la alcanza a través de la interacción con otros.

Este hecho juega a nuestro favor, pues el efecto positivo que “contagiamos” a los demás actúa en nosotros como potenciador que nos ayuda a ser perseverantes en el “entreno” del cambio, porque es lo único que necesitas, tomar consciencia y practicar, practicar y practicar.

Cuando decidas actualizar tu mente y cambiar la manera de expresarte para mejora de tu bienestar es importante que hagas el ejercicio poniendo toda tu atención en ello, pues es la manera más eficiente de realizar el ejercicio.

Quiero decir que en ocasiones tenemos tendencia a hacer una tarea, en este caso me refiero al ejercicio de reformular en positivo, mientras hacemos otra cosa, por ejemplo, cocinar, prepararme un café en el trabajo…

Por mucho que en el consciente popular se diga e incluso se potencie y valore la multitarea, este hábito no es eficiente porque nuestra mente no está preparada para hacer dos cosas a la vez, no al menos para hacerlas al 100% de eficiencia.

Se ha demostrado que es mucho más rentable en tiempo y para hacer cada tarea de manera óptima, realizarlas de una en una poniendo toda la atención de manera individualizada en cada una de ellas.

Haz de tu mente una aliada de tu bienestar

¡Feliz mes!

https://issuu.com/corposano/docs/corposano_abril_2023_/86

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